La Esencia
Wrecking Zone no es solo un espacio de entretenimiento. Es la respuesta visceral y auténtica a una necesidad emocional profunda: la de expresarse, desahogarse y sanar. Nació del encuentro de dos almas creativas enfrentando sus propios demonios emocionales, y decididas a transformar ese dolor en algo liberador. Aquí, el caos no es enemigo: es una herramienta para sanar. La marca abraza lo crudo, lo real, lo imperfecto, y lo transforma en una experiencia emocional poderosa. En WZ, cada golpe tiene sentido. Cada pieza rota abre espacio para algo nuevo.





El Desafío
Desde el inicio, la visión fue clara: no queríamos parecer otra “anger room” más. Huimos de los clichés visuales —el martillo, el vidrio roto, las letras quebradas— para construir un universo propio. Uno donde el caos se viste de estética, y la experiencia emocional toma protagonismo sin ser evidente. Nos inspiramos en el arte digital y el concepto de glitch, usando la falla como símbolo de transformación. ¿Por qué esconder las grietas si son justamente lo que nos hace únicos?
Nuestra Estrategia
Nuestra estrategia partió de la emoción. No quisimos ir por el camino fácil, por eso evitamos los símbolos obvios —el martillo, el vidrio, la letra rota— porque sabíamos que eso ya lo hacían todos. Y WZ nunca fue como todos.
Lo que queríamos construir era un universo, uno donde el caos tuviera propósito, donde el desorden fuera arte. Apostamos por el glitch no solo como estética, sino como metáfora: porque una falla también puede ser bella, transformadora, liberadora. El glitch nos permitió contar una historia visual sobre romper patrones sin caer en el cliché. Hicimos que cada elemento —color, forma, trazo— llevara en sí mismo una carga emocional: el negro envolvía, el fucsia provocaba, el cian conectaba. Nada estaba puesto al azar. Cada decisión fue tomada pensando en cómo se sentiría una persona al entrar en este universo, más allá de lo que vería.
Wrecking Zone se convirtió en un lenguaje visual que abraza el caos y lo transforma en experiencia. Una marca que no busca impresionar desde la agresividad, sino desde la verdad.








Lo que hicimos:
Branding